Maribel y Luz Stella, beneficiarias del Programa de Reasentamientos de la Caja de la Vivienda Popular, hoy disfrutan de un entorno seguro y digno en Arboleda Santa Teresita. Gracias a este proyecto, han podido mejorar su calidad de vida y seguir adelante con sus actividades laborales y familiares. La reubicación ha sido clave para garantizar su bienestar y el de sus seres queridos.
Bogotá D. C., 9 de junio de 2025
Por: Adriana Arango - Oficina Asesora de Comunicaciones
La historia de Maribel y Luz Stella, dos mujeres beneficiarias del Programa de Reasentamientos de la Caja de la Vivienda Popular, refleja los cambios profundos y positivos que se generan cuando se garantiza el acceso a una vivienda digna y segura. Gracias al trabajo articulado entre las entidades del Distrito y la comunidad, sus vidas dieron un giro significativo al ser reubicadas en el proyecto habitacional Arboleda Santa Teresita, donde hoy, junto a sus familias, reconstruyen su día a día con mayor tranquilidad, estabilidad y esperanza.
Maribel vivía con su padre de 86 años y su hijo de 27, músico profesional, en el sector de Nueva Gloria, al borde de la quebrada La Chihuasa. Su hogar se encontraba en una zona de alto riesgo, donde el agua entraba constantemente y el río pasaba por debajo de la vivienda. La humedad era tal que los hongos aparecían cada semana, obligándolos a pintar o hacer reparaciones con frecuencia. Esta situación afectó gravemente la salud de su padre, quien desarrolló EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) como alerta definitiva para aceptar el proceso de reubicación ofrecido por la entidad.
Maribel y su familia son artesanos. Se dedican al trabajo en madera y cuero, una tradición familiar que también representa su principal fuente de ingresos. Hace tres años fueron trasladados a Arboleda Santa Teresita, donde han logrado recuperar la tranquilidad y mejorar su calidad de vida. En este nuevo entorno, su familia ha retomado con más energía su negocio. Actualmente tienen una zapatería en el barrio San Rafael, y en su apartamento elaboran productos como floreros e individuales en guadua, así como diversas artesanías en cuero. Ahora pueden descansar, cuidar de su salud y proyectar un futuro estable en una vivienda digna libre de humedad.
Por su parte, Maribel expresó: “No solo nos dieron un apartamento seguro, sino un lugar con espacios verdes. Ahora tenemos una comunidad grande que, día a día, se va adaptando. A la Caja de la Vivienda Popular, gracias, porque nos dio un terreno muy bonito”.
Luz Stella, por su parte, también lleva tres años en Arboleda Santa Teresita. Antes de ser reubicada, vivía con sus tres hijos y dos nietas en la invasión Caracolí, en una vivienda improvisada construida con palos y latas, donde las condiciones eran precarias y el acceso a servicios básicos era limitado. Para sostener a su familia, trabajaba como recicladora, una actividad exigente que le dejaba poco tiempo para compartir con sus seres queridos.
Hoy, su vida es otra. Luz Stella tiene un puesto de venta de verduras y legumbres dentro del mismo conjunto habitacional donde reside, lo que le permite generar ingresos sin alejarse de casa y cuidar a sus nietas de forma permanente. Gracias a este nuevo entorno, ha podido fortalecer los vínculos familiares, especialmente después de un hecho profundamente doloroso: la pérdida de uno de sus hijos. Esta situación la afectó emocionalmente y la llevó a suspender sus actividades durante un tiempo. No obstante, con el acompañamiento adecuado y la tranquilidad que le brinda su nueva vivienda, logró salir adelante y retomar sus proyectos de vida.
Luz Stella manifestó: “Gracias a Dios y a la reubicación de la Caja de la Vivienda Popular, porque antes, donde vivía, llovía y se mojaba todo. Ahora estoy muy contenta y feliz en mi caseta, vendiendo mis productos”.
Estas historias muestran que el Programa de Reasentamientos de la Caja de la Vivienda Popular no solo busca trasladar a las familias a zonas seguras, sino garantizarles la posibilidad real de reconstruir sus vidas. Maribel y Luz Stella son prueba de que, con voluntad institucional y acompañamiento integral, es posible transformar entornos vulnerables en espacios de bienestar, autonomía y desarrollo.
El Programa de Reasentamientos fortalece el tejido social y promueve la construcción de una ciudad más justa e incluyente. A través de la implementación de proyectos como Arboleda Santa Teresita, la Caja de la Vivienda Popular no solo responde a las necesidades habitacionales, sino que también contribuye al bienestar integral de las comunidades. Actualmente, Arboleda Santa Teresita representa un compromiso activo para la entidad, que continúa trabajando arduamente por garantizar soluciones habitacionales dignas, seguras y adecuadas, mejorando de forma real y sostenible la calidad de vida de sus habitantes y fortaleciendo su desarrollo social.
