“En esta jornada de reconocimiento, 24 familias recorrieron los espacios que podrían convertirse en su nuevo hogar. No fue solo una visita: fue un momento de transformación, un paso firme fuera del riesgo y una señal clara de que el derecho a vivir con dignidad sí se está cumpliendo. Acompañadas por el equipo de la CVP, estas familias comenzaron a escribir una nueva historia, lejos del peligro y más cerca de la tranquilidad que da una vivienda segura”.
Bogotá D. C., 16 de junio de 2025
Por: Adriana Arango - Oficina Asesora de Comunicaciones
Proteger a la familia, ese núcleo donde se construye el futuro, donde se aprende el valor de la palabra y se forjan las primeras esperanzas, es más que un propósito: es una responsabilidad. Y cuando esa protección implica salvar vidas de riesgos inminentes, se convierte en un mandato ético, social y humano.
En Bogotá aún hay familias que viven con el temor como vecino constante, asentadas en zonas de alto riesgo por deslizamientos, remoción en masa o inundaciones. Permanecer allí no solo compromete su bienestar, sino su existencia misma. Por eso, programas como el de Reasentamientos de la Caja de la Vivienda Popular (CVP) no son simplemente parte de una política pública, sino un acto de cuidado profundo, un puente entre el peligro y la posibilidad de una vida digna.
Este compromiso se hizo realidad nuevamente durante la reciente jornada de acompañamiento a familias preseleccionadas para el proyecto habitacional La Cabrera – Tres Quebradas, ubicado en la localidad de Usme. Estas 24 familias, que hoy viven en condiciones de vulnerabilidad, caminaron por primera vez los espacios que podrían convertirse en su nuevo hogar. Vieron de cerca los apartamentos, conocieron las zonas comunes, dialogaron con el equipo de la CVP y, sobre todo, sintieron que el cambio ya no era un sueño lejano, sino una promesa tangible.
“Seguimos convenciendo a cientos de familias para que dejen de vivir en la informalidad y en zonas de alto riesgo no mitigable, y se trasladen a proyectos que cumplen con toda la normativa vigente, con servicios públicos, cercanía a equipamientos y, sobre todo, condiciones de seguridad. Nuestro programa de Vivienda Segura, dentro del Programa de Reasentamientos de la Alcaldía de Bogotá, ha sido exitoso. Actualmente, muchas familias, al ver los buenos resultados y la entrega de vivienda nueva, se han acogido al programa. En los próximos meses entregaremos más de 80 unidades de vivienda y, adicionalmente, reasentaremos a 348 familias en el proyecto Arboleda Santa Teresita. Estamos haciendo las cosas bien, y nos llena de felicidad poder salvar a cientos de familias que hoy habitan en zonas de alto riesgo”, expresó Juan Carlos Fernández, director general de la CVP, quien acompañó la actividad junto al director de Reasentamientos, Germán Alberto Hernández. Ambos destacaron que estos procesos no solo salvan vidas, sino que fortalecen la confianza de la ciudadanía en las instituciones, pues son muestra de una gestión pública comprometida, efectiva y cercana.
La jornada permitió que las familias resolvieran dudas, conocieran las características del conjunto residencial y sintieran el respaldo directo de la entidad. El proyecto La Cabrera – Tres Quebradas contempla 37 torres de seis pisos, cuatro salones comunales, parqueaderos para residentes y visitantes, y una infraestructura moderna, segura y funcional, pensada para el bienestar integral de sus habitantes.
Las viviendas, con un área construida de 57 m², cuentan con sala-comedor, cocina, zona de ropas, dos baños, una habitación principal y dos habitaciones auxiliares. El conjunto también ofrece espacios para la convivencia y el esparcimiento, como salón social, gimnasio, salón de juegos, parque infantil, cancha múltiple, recepción, zonas verdes, senderos peatonales, red contra incendios, recepción, oficina de administración y tanque de almacenamiento de agua.
Para Lida Chucán Gutiérrez, una de las beneficiarias del programa, la experiencia fue profundamente emotiva: “Hoy vengo acompañando a mi hermana, y la casa donde ella vive está en condiciones terribles; en cualquier momento podría venirse abajo. Por eso, gracias a la Caja de la Vivienda Popular y al programa de Reasentamientos, hoy tenemos la oportunidad de acceder a estos lindos apartamentos. Nos sentimos muy felices de poder continuar con el proceso, porque esto realmente nos cambiará la vida al 100%. El lugar es muy bonito y cuenta con una urbanización espectacular”.
A su vez, William Ormaza, expresó:” Vengo de la localidad de Ciudad Bolívar. Allí tenía un predio, pero resultó estar ubicado en una zona con riesgo de remoción de masa. Hoy le doy gracias a Dios, primeramente, y también a la Caja de la Vivienda Popular por este proyecto que mejorará nuestras vidas. Además, el proyecto está realmente muy bonito, es amplio, y me encanta el tema de la seguridad y el acceso al transporte. Todo es posible si confiamos en Dios y en la entidad”.
Además de la infraestructura, el proyecto se encuentra rodeado de equipamientos clave para el desarrollo familiar y comunitario, como centros de salud, instituciones educativas, salón comunal Usmania, parques y una red vial funcional. Todo esto garantiza que las familias no solo se trasladen a un lugar seguro, sino a un entorno con oportunidades de crecimiento y bienestar.
Este tipo de acciones se enmarcan dentro del programa Vivienda Segura, liderado por la Dirección de Reasentamientos de la CVP. Un programa que no se limita a mover físicamente a las personas de zonas de riesgo, sino que las acompaña de manera integral: con asesoría, con humanidad y con la certeza de que cada paso está guiado por el principio fundamental de la dignidad.
Porque una ciudad no se transforma solo con cemento, planos o ladrillos. Una ciudad se transforma cuando sus instituciones cuidan a quienes más lo necesitan, cuando actúan con responsabilidad, visión y amor por la vida. Eso es lo que hace la Caja de la Vivienda Popular: construir hogares, sí, pero también reconstruir confianza, seguridad y esperanza. Y eso, más que una meta institucional, es un acto profundo de humanidad.